"No me gustó VIRTUS": Miguel Ángel Fernández

No resulta extraño que la Ciencia Ficción en México esté tan poco difundida, ni que se cuenten con los dedos de una mano a los que dominan la escena de la misma. A raíz de la publicación de Virtus he sido víctima de algunas descortesías y un par de insultos (anónimos), todavía no de críticas negativas -no de manera pública-, por parte de las autoridades en el género (Gerardo Horacio Porcayo ni siquiera acusó recibo cuando le hice llegar, en buena onda, un ejemplar)
Para que no digan que solo publico aquellas críticas donde que me echan porras -practico la censura con los mensajes insultantes...y supongo que es legítimo: nadie publica insultos contra su persona- comparto con ustedes el mail de Miguel Ángel Fernández, uno de los enterados en el tema a quien busqué para solicitar su opinión respecto a mi novela de "ciencia ficción", pues se trata, sin lugar a dudas, de alguien digno de ser tomado en cuenta, por tratarse del compilador de algunas de las mejores antologías del género en México. Su correo nada tiene de censurable, de hecho es bastante cordial, y sin duda seguiré siendo su amiga, como lo soy de otros que no me han favorecido con su crítica. Pero hay algo -¿el comentario sobre Guzmán Wolffer?-que hace intuir hasta qué grado los cultores de la CF en México constituyen la capilla más hermética, gregaria y exigua del medio literario de nuestro país, al grado de que casi pudiera decirse que este género es el soldado de terracota de la literatura mexicana. Anexo mi respuesta a su mensaje:

Hola, Eve,

Terminé de leer hoy tu novela. Como me pediste que te diera mis comentarios y acostumbro ser muy sincero con los amigos, aquí van.
No me gustó tu libro. Es una distopía demasiado predecible desde el principio. La realidad que vivimos está apenas disfrazada en clave de ciencia ficción, pero le sucede lo mismo que a la columna "Crónicas paralelas" de Ricardo Guzmán Wolffer, que se mantuvo desde el número 3 hasta el 16 de la revista Asimov Ciencia Ficción. Muchos decían que era un resumen del Proceso, pues, como su nombre advertía, era apenas una crónica paralela de nuestra triste realidad con motivos de ciencia ficción, y varios lectores pedían que desapareciera, pero se mantuvo porque el autor era muy buen amigo del editor. Un autor famoso, cuyo nombre ahora se me escapa, decía que en las buenas obras de ficción la ideología no se nota.
En tu obra no hay lugar para la sorpresa o el suspenso, sólo para reflejar la indignación. Hay lugares en que es tan obvia, que se convierte en una suerte de panfleto, lo cual ni los mejores atavíos de la ciencia ficción, o de cualquier otro género, pueden disimular. Creo que no se debe escribir sino con la mente bien fría, en todos los sentidos, claro, sin hacer a un lado los sentimientos, pues sin ellos no existiría ninguna manifestación artística.
Tu novela también tiene también puntos a favor, como una muy detallada creación de escenarios y tecnologías verosímiles, y varias escenas chuscas, que realmente me hicieron pasar un buen rato.
En fin, espero que estas observaciones, de un lector más, no de alguien que pretende tener la última palabra, te sean útiles, y espero leer tu siguiente novela dentro del género.
Un afectuoso saludo,
MAF




Estimado Miguel Ángel:
Lamento mucho que no te haya gustado Virtus, en primer lugar, porque me caes súper bien.
Creí que desde los comentarios de Juan Antonio Rosado en la contratapa dejaban clarísimo que mi intención no es ingresar a las filas de la ciencia ficción, sino realizar una crítica de la política actual... lo mismo que hicieron, por cierto, otros autores no cultores de la CF como Aldous Huxely, Margaret Atwood, Doris Lessing, etc ("ficción especulativa" se le llama, por cierto"), que recrearon su propia época a través de algún texto futurista. El epígrafe de Ursula K. Le Guin en Virtus es también clarísimo: "El futuro, en la ficción, no suele ser sino un modo de mirar el presente."
Dices que es muy predecible... fijate que no estoy de acuerdo contigo... la novela tiene una vuelta de tuerca violentísima antes de llegar a la mitad: la inesperada desaparición del que se suponía personaje clave de la historia (¿me juras que adivinabas algo semejante?)
¿Por qué presiento que leíste mi novelita lleno de prejuicios?
¿Acaso los primeros lectores de Huxley no lo acusaron de lo mismo que tú me acusas a mí -no me estoy comparando con Huxley, antes de que alguien se atreva a insinuarlo siquiera- ¿Será porque los sucesos que parodiaba, la Alemania de Hitler inmersa en la eugensia, estaban demasiado frescos?
No creo que mi ideología esté plasmada ahí... en todo caso lo estará mi anti-ideología (El autor al que aludes seguramente odió a Orwell con toda su alma).
La novela ha sido muy bien recibida por los lectores "de a pie", aquellos no fanáticos de la CF. Los autores -y algunos lectores- de CF se consideran parte de un grupo hermético e inamovible que no da lugar a intrusos ni a experimentadores del género. Jamás he pretendido ingresar a este grupúsculo (lo digo en términos cuantitativos, no peyorativos), como no lo pretendieron autores como los antes citados... ni Carmen Boullosa o Carlos Fuentes, por citar solo a dos mexicanos que experimentaron con la CF. No pienso volver a escribir otra novela en este género, no por el momento... y no porque me lo hayan prohibido: desde que escribí Virtus estaba cierta de que sería primera y última, por una razón sencilla: nunca repito géneros. Mi bibliografía tiene un poco de todo, porque así quiero que sea mi obra: inclasificable,
Te hago llegar un cordial saludo
ev