Eve Gil, ambidextra

Por: Teresa Dovalpage
Muchas gracias por invitarme a esta mesa de ensayistas latinoamericanas. Cuando me propusieron participar, pensé inmediatamente en hablarles sobre Eve Gil, a quien muchos de ustedes probablemente conozcan y cuyos libros están a la venta aquí en la feria. A Eve la conocí gracias a otra amiga escritora, Elena Méndez, y empecé desde hace más de un año a seguir asiduamente La Trenza de Sor Juana, su blog dedicado a mujeres escritoras y sus Charlas de Café en Siempre, que me han abierto una ventana a la cultura universal. Charlas muy refrescantes y útiles para mí, cubanita perdida en el desierto de New Mexico…
Más tarde tuve la oportunidad de reseñar su novela Réquiem por una muñeca rota que aborda, desde el punto de vista femenino, las relaciones homoeróticas entre dos chicas adolescentes. La amistad (bueno, seamos claros, más que amistad) entre la bella Vanesa y la gordita Moramay es el hilo conductor de la trama, pero hay mucho más en esta obra. En ella se ofrece una pintura muy acertada de eso que en México llaman “la casa chica” y en otros sitios “el nido clandestino.” Ah, y también incluye el excelente trazado de unas madres que son un desmadre absoluto. En mi opinión, uno de los grandes logros de Réquiem… es que rompe alegremente con el estereotipo de la madre mexicana sacrificada y sufridora. De sufridora, nada. Lean ustedes y ya verán.
Ayer por la noche me quedé hasta tardísimo leyendo La reina baila hasta morir, un libro de cuentos en el que sobresalen unas “abuelongas malvadas” como me ha escrito la autora en su dedicatoria. Vaya, con abuelas así entiende una cómo se fabrican las madres desmadres, ¿no? De casta le viene al galgo…Mi cuento favorito es, desde luego, Las abuelas, que me recuerda a Réquiem… por algunas coincidencias de la protagonista con Moramay (padres dueño de un cine, familia paterna “de alcurnia” que no se trata con la chica, etc.) Me gustaría preguntarle a la autora sobre el particular. Pero también me fascinó Cerridwen y las sirenas en el que cierto troll venga (directa o indirectamente, no sé) las ofensas hechas por el dueño de una agencia publicitaria a sus mujeres…Si, sus mujeres, en plural. Y ya no les digo más, para que se lean el libro.
Pero estamos hablando de Eve Gil como ensayista, y al respecto tengo aquí su obra, Jardines repentinos en el desierto, paisaje y carácter sonorenses en la narrativa mexicana del siglo XX, excelente libro de ensayos, ganador del Concurso del Libro Sonorense en 2006 y editado por el Instituto Sonorense de Cultura. Los ensayos de Eve se leen como historias, en el sentido de la frescura del lenguaje y de la ausencia de pedantismos académicos, tan estimados por otros ensayistas. Me impresionó particularmente el titulado El Señor de la Pelea y La perla de Guaymas, sobre la leyenda de Lola Casanovas (una Malinche al revés) y la obra de Rojas González. Por cierto que aquí hay también un acápite muy sabroso dedicado a las abuelas…Quisiera concluir invitándolos a comprar los libros de Eve Gil, ambidextra. Porque no es fácil, como lo hace ella con pasmosa facilidad, escribir crítica literaria a la vez que ficción. Visiten sus blog en la red (cuenta con más de uno) y siéntense a tomar un cafecito con ella en las charlas de Siempre.
Muchas gracias.