Las electras que nos habitan, reseña de "Sueños de Lot"

Por Elena Méndez

Eve Gil (Hermosillo, Sonora, 1968) recientemente ha publicado su cuentario Sueños de Lot, con el que obtuvo el Premio Nacional de Literatura Efraín Huerta en el 2006.

Son tres cuentos los que componen el volumen: 'Vocación de Electra', 'Last tango reloaded' y 'Kundera dixit'.

Todos los relatos versan sobre el incesto; he ahí la alusión al personaje bíblico de Lot, quien cohabitara con sus hijas tras ser embriagado y seducido por ellas. Esto con el fin de repoblar la tierra, como indica el texto sagrado.
Asimismo, la autora nos remite al complejo de Electra, término acuñado por el afamado sicoanalista Sigmund Freud, quien, basándose en el personaje mitológico, designara así a las mujeres eternamente enamoradas de su padre.

Queda entonces de manifiesto el carácter transgresor de las protagonistas femeninas. Así, en 'Vocación de Electra', nos encontramos a Ifigenia, una actriz bulímica que sostiene un amasiato con su director. Víctima y victimaria a la vez: Hastiada de los repetidos abusos sexuales por parte de amigos de su madre, se convierte en criminal.
Se odia tanto que atenta contra su cuerpo y acepta esa relación tan humillante; esto último, quizá, en pos de un afecto equiparable al del padre que la ha abandonado.

'Last tango reloaded', por su parte, se caracteriza por un tono fresco y deliciosamente cínico. Una jovencita, Gaby, decide contratar a Pascal, un prostituto caro, para perder su virginidad con él. Éste se siente intimidado ante su clienta, dada su juventud y belleza; ella le recuerda a su propia hija, de quien está distanciado tras divorciarse de su madre.

La experiencia resulta para él un redescubrimiento del placer, no sólo un buen negocio. Para ella, un acto liberador ante lo que consideraba un estorbo.

El volumen cierra con 'Kundera dixit', cuya protagonista, Aquamarina, acude a una cita con su ciberamante, Cronopio, un hombre divorciado, quien -¡oh, inseguridad masculina!-sufre mengua en su virilidad al encontrarse ante una mujer indócil. Ambos comparten una ferviente erotolalia, poblada por referencias literarias; misma que, tras la decepción inicial, culmina en los ansiados afanes eróticos.

Un libro cuyas letras arden, fluyen, se devoran. Un libro que encierra/libera a las Electras que nos habitan.


Eve Gil, Sueños de Lot, Editorial Porrúa/Gobierno Municipal de Tampico, México, 2007, 91 pp.


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