Foto: Ramón I. Martinez
La escritora sonorense decidió viajar en el tiempo: proyectó cómo sería un fraude electoral en el futuro y escribió Virtus, novela a la que describe como de “ficción especulativa”
Guadalajara.-Eve Gil sostiene: en el proceso electoral de 2006 hubo un fraude. La certeza de su afirmación le removió el interés por hacer una novela para abordar el tema, pero no estaba familiarizada con la fuente de información. Además, había otro inconveniente: ya muchos habían escrito demasiado, y bien, sobre el particular. ¿Qué hacer entonces? La escritora sonorense decidió viajar en el tiempo: proyectó cómo sería un fraude electoral en el futuro y escribió Virtus, novela a la que describe como de “ficción especulativa”.
Virtus es, explica Gil, la novela más rápida que ha escrito: cobró forma en apenas tres meses. Aunque, aclara, gran parte del argumento ya lo tenía trabajado en la cabeza. El objetivo del libro, dice la narradora, es uno solo: remover en la gente la necesidad de pensar y de informarse, a fin de evitar que se cumpla lo que, en el libro, es apenas una proyección.
La escritora sonorense decidió viajar en el tiempo: proyectó cómo sería un fraude electoral en el futuro y escribió Virtus, novela a la que describe como de “ficción especulativa”
Guadalajara.-Eve Gil sostiene: en el proceso electoral de 2006 hubo un fraude. La certeza de su afirmación le removió el interés por hacer una novela para abordar el tema, pero no estaba familiarizada con la fuente de información. Además, había otro inconveniente: ya muchos habían escrito demasiado, y bien, sobre el particular. ¿Qué hacer entonces? La escritora sonorense decidió viajar en el tiempo: proyectó cómo sería un fraude electoral en el futuro y escribió Virtus, novela a la que describe como de “ficción especulativa”.
Virtus es, explica Gil, la novela más rápida que ha escrito: cobró forma en apenas tres meses. Aunque, aclara, gran parte del argumento ya lo tenía trabajado en la cabeza. El objetivo del libro, dice la narradora, es uno solo: remover en la gente la necesidad de pensar y de informarse, a fin de evitar que se cumpla lo que, en el libro, es apenas una proyección.