Mi reconocimiento al escritor MIGUEL ÁNGEL AVILÉS CASTRO, único de su gremio, hasta ahora que ha abierto la boca respecto a los hechos criminales que nos arrebataron 44 bebés sonorenses. Qué desilusión, pero los intereses mezquinos, el temor de perder la bequita o a no formar parte del séquito del próximo gober, prevalecen por encima del que debiera ser el deber ético y moral del intelectual, el artista y el periodista: DENUNCIAR, dar voz a quienes no la tienen. Un abrazote, Miguel Ángel, a eso se le llama tener... tamaños