Entre feminismo y hembrismo

Esta es un carta que envié a Replicante (una de las mejores revistas culturales de México), a propósito de un artículo titulado "Feminismo ofuscado" de la artista Rocío Boliver, mejor conocida como La congelada de uva. Me pareció oportuno publicarla porque en ella detallo la diferencia entre feminismo y hembrismo, confusión en la que caemos constantemente.




Estimada Rocío:
Pese a lo mucho que pudo haberme molestado tu artículo titulado “Feminismo ofuscado”, publicado en la sección Reseñas y noticias de la revista Replicante (No. 10, febrero-abril) me has brindado una excusa inestimable para abordar un tema que me inquieta y preocupa sobremanera y es, a un tiempo, el feminismo mal entendido (del que las llamadas Guerrilla Girls son magnífico botón de muestra) y el total desinterés de las propias mujeres por comprender qué es el feminismo y para qué sirve, que sería tu caso.
Pero empecemos por las ofuscadas (quitándole lo de “feministas”) mujeres a las que haces alusión al principio de tu artículo y que prometía ser lo contrario de lo que terminó siendo: un denuesto del movimiento feminista que, créeme, no tiene nada que ver con lo que te han hecho creer. Para empezar, lo que tú describes no es una reunión de feministas sino de hembristas. La diferencia entre unas y otras no es nada sutil. De hecho, y al contrario de lo que se tiende a creer (hasta Arjona lo maneja en una de sus canciones que derraman misoginia light), el equivalente de machista no es feminista, sino hembrista. Las mujeres que describes en tu texto son de estas. Para empezar, una feminista seria, y me refiero a una mujer que se ha formado como tal con base en teorías que sustentan su ideología, no va a convocar a una fiesta donde las feministas se disfrazan de gorilas, reparten plátanos y se mientan el padre en vez de la madre. Organizar, por otro lado, una “asamblea” para manifestar su indignación ante el hecho de que las mujeres son discriminadas en Hollywood, es algo por completo improcedente en un país que ha inspirado el neologismo “feminicidio” para explicar el fenómeno de Ciudad Juárez y donde las indígenas de Chiapas son canjeadas por refrescos o frijoles; un país donde se pisotea flagrantemente los derechos de las madres trabajadoras, que insiste en pagar menores salarios a las mujeres que a los hombres por realizar una misma actividad y es capaz de obligar a niñas violadas a llevar a término un embarazo producto de una violación tumultuaria, por ponerte solamente unos cuantos ejemplos, porque tampoco pretendo aburrirte con la exposición de un fenómeno que parece conmoverte muy poco.
El feminismo no es obsoleto, querida Rocío. Lo que es obsoleto es la actitud de las Guerrilla Girls que, te lo juro, tienen de feministas lo que yo de levanta pesas olímpica. Una verdadera feminista no se violenta contra una mujer que manifieste su ignorancia sobre el feminismo… y por favor, no lo tomes como un insulto, es lo último que pretendo: he escuchado a mujeres brillantísimas expresarse en los mismos términos; afirmar contundentes que “el feminismo es obsoleto”, que “las feministas odian a los hombres” y cosas por el estilo. La mayoría de las mujeres mexicanas cree, como tú, que feminista es una mujer disfrazada de gorila que mienta el padre en vez de la madre. Esto ni siquiera puede ser calificado de obsoleto, simplemente no es feminismo, es (con el perdón de las señoras citadas en tu artículo) una payasada. Lo que Mónica Mayer te espeta cuando tú manifiestas tu ignorancia, de que seguramente te encantaría ser violada porque sabe de tus perversos gustos sexuales (sic) no es la respuesta de una feminista, sino, insisto, la de una hembrista que como tal, es misógina. Ni siquiera supieron defender su postura cuando tú comentaste que seguramente habría por ahí cadáveres de hombres asesinados o violados por mujeres (¿???????) y que no entendías la “discriminación” de las mujeres hacia los hombres. Respecto al primer punto, te invito a que analices las estadísticas criminales a nivel mundial y me señales cuantos casos de hombres violados y asesinados por mujeres te encuentras, y los equipares con el número de casos de mujeres violadas y asesinadas por hombres. Te llevarás una sorpresa. En el asunto de Ciudad Juárez están perfectamente tipificados, identificados y diferenciados los casos de mujeres asesinadas en las circunstancias por todos conocidas y los de hombres asesinados a consecuencia de sus nexos con el narcotráfico u otro tipo de mafias. La diferencia numérica entre uno y otros es también avasalladora: 35 mujeres por cada hombre.
No se trata de discriminar a los hombres, de hecho, y seguro te sorprenderá saberlo, ¡hay hombres feministas! El feminismo auténtico busca el equilibrio, la igualdad, no la supremacía, no repetir una absurda historia de dominación que tanto mal ha hecho a hombres y mujeres, porque del mismo modo que el dominio de los unos sobre otras perjudicó seriamente a la humanidad en su conjunto, un cambio de roles no haría sino completar un proceso de destrucción. Se trata de complementar, no de discriminar. Se trata de comprender que las mujeres somos tan humanas como los hombres y, en el entendido de que compartimos una misma condición, repartirnos derechos, obligaciones y privilegios. Eso es todo. Eso es el feminismo (y existe en Europa un movimiento masculinista que lo complementa a la perfección, porque los hombres también tienen derecho a exigir que se les permita ser sensibles, débiles, románticos… que no se eche sobre sus hombros toda la responsabilidad del sustento familiar).
Tienes razón cuando dices que muchas veces una mujer es la peor enemiga de otra mujer, pero no te vayas con la finta, por favor: una verdadera feminista nunca te haría la majadería que te hicieron las Guerrilla Girls y una mujer sin conciencia es tan perfectamente susceptible de recurrir a actitudes misóginas, machistas incluso, como un hombre. Te hubieran tratado de explicar, como intento yo ahora, por qué y para qué es el feminismo, y por qué no es obsoleto. Lo obsoleto, insisto, es el enfoque que le dan mujeres que irresponsablemente se declaran feministas porque odian a los hombres y a las mujeres de “perversos gustos sexuales” o que no corresponden a su cliché de feminista.
Debo decirte que elegiste mal a la persona con quien compartiste tus dudas sobre el feminismo, porque no obstante que el maestro Gurrola merece todo mi respeto como artista, también manifestó su absoluta ignorancia sobre el asunto al referir a feministas nazis y lesbianas frustradas. Me resulta sospechoso, número uno, que relacione el feminismo con la homosexualidad femenina… y los relaciona porque es el cliché más rancio, asumir que toda feminista es lesbiana. Y no necesariamente. Hay feministas heterosexuales y feministas lesbianas y hombres feministas y transexuales feministas y feministas judías y (¡claro!) feministas que simpatizaron con Hitler (como sería el caso de Leni Riefenstahl, la maravillosa cineasta), pero ello no significa que vaya junto con pegado, es decir, que el feminismo implique ser lesbiana o nazi. Por otro lado conozco lesbianas bastante felices y satisfechas con sus existencias y con sus cuerpos. Algunas de ellas son activistas del feminismo, otras no (aunque necesariamente la doble discriminación que sufren por ser mujeres y lesbianas debe de orillarlas al activismo, tarde o temprano… y es normal que así sea y nadie tiene derecho a cuestionarlas por pelear por sus derechos humanos).
Las feministas no se regodea en la compasión de las mujeres sumisas…. El feminismo pretende hacer entender a las mujeres sumisas que un hombre no tiene ningún derecho a humillarlas, a golpearlas ni a violarlas, pero su discurso no va directo a las mujeres sumisas, sino a quienes trabajan con mujeres traumatizadas por una vida llena de violencia y de dolor que no tenían ninguna necesidad de llevar, pero a las que su entorno social y familiar les han hecho creer que están obligadas a tolerar. Afortunadamente para ti, eres una mujer educada y culta que está conciente de sus derechos y de que tiene plena libertad de ejercer su sexualidad, su voto y su trabajo como mejor le parezca… pero la inmensa mayoría de las mexicanas no cuenta con ese privilegio, y hay que concientizarlas al respecto, y para eso sirve el feminismo.
Finalmente te hago una pregunta capciosa: ¿Sabes gracias a quien darle las gracias por haber asistido a la escuela, por tener derecho al voto, por ejercer plenamente tu sexualidad, por salir sola de noche?
No fueron los hombres los que nos hicieron el favor de concedernos todos esos privilegios. Fueron mujeres las que pelearon, sacrificando incluso su propia vida (ver caso de las sufragistas londinenses del siglo XIX) para que tú, yo y todas nos integráramos plenamente a la sociedad…. Y por supuesto, a algunos hombres inteligentes que se sumaron al movimiento por amor a sus madres, esposas y hermanas.
Te hago llegar un saludo… y de antemano me disculpo si te parecí aburrida y farragosa,
Abrazos,
eve