LECTURA EN EL NUEVO CENTRO CULTURAL PASO DEL NORTE, DE CIUDAD JUÁREZ

Foto: Jaime Romero Robledo
Un Verdadero placer compartir foro con dos jóvenes y talentosos escritores chihuahenses: el ensayista Francisco Serratos, que leyó un magnífico ensayo de su autoría sobre Salvador Elizondo, y Jaime Romero Robledo, audaz narrador que ha apostado a su narrativa algo más que su ingenio y leyó un fragmento de novela. Su servidora leyó uno de los relatos incluidos en Sueños de Lot, libro ganador del certamen nacional de narrativa Efraín Huerta 2006: "Last tango reloaded".
Francisco confirmó algo que venía sospechando desde hace algunos días: Salvador Elizondo es un autor de culto para la más reciente (o novísima, dirían unos; emergente, otros) generación de escritores. Autor de cuyo nombre se valieron autores de generaciones anteriores para sustentar su snobismo, porque en realidad no le llegaron al tuétano. El ensayo de Francisco me fascinó porque sentí que había captado plenamente la esencia de Elizondo que es mucho, pero mucho más que un autor "difícil": es un autor que se adelantó a su tiempo y que revolucionó las letras mexicanas con un intento de noveau roman que terminó sobrepasando en ingenio y calidad a sus modelos. No por nada Elizondo es el icono de los autores nacidos a finales de los setenta y principios de los ochenta.
Jaime Romero Robledo, por su parte, es un joven escritor con gran seguridad en sí mismo y en lo que quiere lograr, que va mucho más allá de querer escribir bien. Ejemplo de este afán revolucionario es su próximo viaje a Canadá donde cursará un diplomado relacionado con los video juegos, pero no porque pretenda montar uno de estos lucrativos negocios que mantienen en vilo a los escolapios, sino porque planea una novela que reproduzca la estética de los mismos. Al menos yo, conozco pocos autores que se involucren a tal grado con sus ptoyectos. A ambos jóvenes les auguro un futuro prometedor y pleno de reconocimiento.
Tras mi lectura del relato "Last tango reloaded", me apliqué a la firma de ejemplares y tuve oportunidad de saludar a viejos y nuevos amigos que iluminaron mi noche con su presencia. A todos ellos... a Jorge Humberto Chávez, formador de varias generaciones de escritores; a Blas García y a Paty Arellano, mi más sincero agradecimiento por su invitación para contribuir a poner en marcha las instalaciones del nuevo Centro Cultural Paso del Norte. A mis lectores chihuahuenses: un abrazo desde acá.
Te invito a conocer los blogs de Francisco Serratos y Jaime Romero Robledo