Secuestros virtuales en FACEBOOK o el nuevo acoso moral

No quiero sonar completamente negativa y antipática respecto a Facebook, que sin duda brinda múltiples beneficios a sus usuarios. A través de esta red social he conocido gente maravillosa; he reencontrado amigos y amigas de infancia y adolescencia y, lo mejor, he contactado con los lectores de Sho-shan y la dama oscura, en su mayoría muchachos y muchachas extraordinarios y colmados de creatividad.
Pero tiene su lado oscuro, y es la invasión a la privacidad. Que se permitan entrar a tu casita virtual sin siquiera tocar la puerta.
Domingo 4 de abril, recién estrenado el nefasto Horario de Verano. Abro mi buzón y me topo con (los conté) 65 mensajes, ninguno de los cuales iba dirigido a mi persona, ni mencionaba nada que pudiera distraerme de mi TRABAJO (nótese las mayúsculas: hace años ignoro el significado de la palabra vacaciones).
Para alguien que está inmerso en un proyecto que involucra a mucha gente, sin contar las cuestiones del trabajo habitual, las escapaditas que te permiten tus hijos...como cuando se es adolescente y estás esperando la llamada del muchacho que te gusta y el teléfono suena y suena, y el príncipe azul demora. Cuando se es profesionista; cuando estás dando los últimos toques a un Proyecto que no es tuyo sino de gente que de algún modo te necesita y con la que has contraído un compromiso (COMPROMISO: otra palabra que los facebookeros que ven en este servicio un parque de diversiones no consiguen entender) estás esperando que se reporten tus colegas con quienes tienes que discutir algunos asuntos...cuando no vives en tu ciudad de origen y aguardas noticias de una tía enferma; o estás suscrita a un grupo de padres con niños Asperger, porque tú eres mamá de una niña así y necesitas apoyo de otros en tu misma situación, resulta una monserga estar recibiendo una cadena de mensajes idiotas en torno a una ilustración -que no es precisamente del Bosco- donde alguien tuvo a bien etiquetarte y, por consiguiente, fuerza a tu pobre buzón a acumular basura firmada por nombres desconocidos que expresan conceptos tan sesudos y brillantes como estos:
"Javier: ninguna te inspira para cocinar? cuando eso pase, avisame, yo pongo la mesa...jejej!"
"Camino de Itaca...Cierto."
"Vos ya llegaste a esa parte, se nota...a mi me falta camino..."
"Usted es tan hermosa, tan maravillosa, nomás mírese y verá una gran persona. No es que haya llegado, no es una meta, es un camino y en él andamos. Besos. "
"Tal cual, mi reina... y cuando ya te llevas rebien contigo, entonces te aman los demás :D"
"O sea, Tania, mi misma y yo...jejejje"
"A mi me falta mucho también, pero estoy de acuerdo en lo que dice Tania, y creo que ahi es donde empieza la plenitud de la vida....."
O esta joya digna de Miguel Ángel Cornejo...o una filósofa más moderna: Gaby Vargas.
"Enamorarse de uno mismo es lo más maravilloso que le pueda suceder a un ser humano, eso no implica, para nada, no ser capaz de enamorase de alguien más. El amor propio no es egoísmo y sólo desde él es que hay algo que ofrecer a una pareja... bueno, eso digo yo, será porque me quiero tanto jajaja"
Cuando tanta auto loa-no conozco a ninguno de estos sujetos y sujetas, instisto- terminó por ponerme a llorar de desesperación frente al teclado, opté por responderles de la siguiente manera:
Por qué Dios mío, me hiciste tan perfecto... por qué Dios mío, no me diste ni un defecto...¡Ae madre!
Procedí, a continuación, a eliminar mi nombre del elenco de desocupados que pueden darse el lujo de hacer algo que yo no puedo: holgazanear.
Pero....ah, resulta que continué recibiendo mensajitos, este por ejemplo (la remitente: una "listilla" que seguramente tiene doctorado en psiclogía y supuso, cobardona, que yo ya no leería pues, según ella, me había "quitado", cuando fue mi propio dedito quien realizó la cirugía mayor):
"Acabo de eliminar a esta pesada de la Eve, Edith..qué plomo!"
A lo que yo respondí: "Malas noticias, PLOMAZO, ni tu dedito ni el mío hicieron el milagro de impedirme leer una-más-de-tus-tonterías...
(Y la PLOMAZO dio por sentado que yo me creía mucho porque soy escritora..."de segunda", agregó (estoy a punto de llorar otra vez, ¡qué insulto, por Dios!); que yo me sentía "única con derecho a tener trips de egolatría (así lo dijo Milady: trip... y lo suyo no era un trip, sino un tripón). A juzgar por la brillantez de sus palabras y su impecable otografía, deduzco que habrá leído, mínimo, las obras completas de Octavio Paz, por decir lo menos... a lo mejor domina a los griegos, o a Shakespeare y le gusta fingir que es muy pendeja para hacer sentir bien a "Javier", el único varón de la comarca). 
Y siguió la mata dando con el Javiercito:
"no se pelees (sic), jaja (sic), al final ninguna contestó qué o quien inspira a las musas y me quedé con la duda. Rosana: claro que me inspiran para cocinar y más cosas, sobretodo diversos tipos de pan... Igual ya desentoné en este lugar, aunque hacía mucho que no pensaba en musas, amores platónicos, etc. aunque si en divas..."
"Y bueno, Integra Eve, la razón es que Edith te etiquetó en una nota... yo no tengo la culpa, no tengo idea de quién eres y no encuentro razón alguna para sentirme agredida por tus respuestas..."
(A esta persona le parece poca cosa que uno solicita ser retirado de una cadena de mensajes DONDE NO QUIERE ESTAR, y se vea forzado a continuar recibiendo mensajes que no le competen...y yo soy alérgica a Únete a los óptimistas)
"Tania, es que está de genio hoy. pedile un deseo!"
"Javier, sí el espacio ya se puso tenso...Hacés pan? qué rico! espero que pronto te llegue la musa que te inspira a hacer pan, y me invitas!"
"Y yo sí contesté, Javier: inspira a la musa, la musa misma..."
"Ok... Hay algo aquí que no entiendo. Mmmm, no sé, ¿alguna buena razón para respuestas agresivas de personas que ni conozco?"
Finalmente cortó de raíz, con un hacha: borro mis intervenciones burlescas de la cadenita de elogios mutuos y empalagosos, y de declaraciones de autoamor (hubiera sido más interesante una sesión tumultuaria de sexo por internet; de masturbaciones en masa)
Espero, ahora sí, no seguir recibiendo estos mensajes que, como habrá apreciado el lector, hacen que cualquier con dos dedos de frente, experimente la horrible sensación de estar sujeto a caprichos de terceros y, peor, de no tener escapatoria.
Esa es la parte siniestra de Facebook: el secuestro virtual de la gente que NO piensa.